La historia en la que tu decides - Capítulo 6

Jajajajaja - Los chicos no paraban de reírse, no sé que les hacía tanta gracia en un momento como este.
Teníamos enfrente nuestro a cuatro gorilas y detrás de ellos el quinto que estaba más alejado sosteniendo a Paula entre sus brazos con una cara repugnante; en mi mente se formaron varias escenas de mí dándole una paliza, cosa que ni de lejos podría hacer en la realidad.
Ponte detrás mio - Su voz me devolvió a la realidad, la de Alberto.
Alberto, ¿verdad? ¿Qué te hace pensar que vas a poder con estos 4 gigantes? - Dije en un tono bastante desesperado.
Eso Aberto, dime, ¿crees que vas  a poder contra nosotros? - Dijo el líder de la "manada".
Calla y observa - Dijo mirándome de reojo, esa mirada hizo que algo se moviera en mi interior y que ese momento en el que nuestras miradas se encontraron parecieran horas cuando realmente fueron 2 segundos ya que dos de los gorilas se lanzaron hacía él.
¡Ahh! ¡¡Mi brazo!!...!!!¿¿Qué eres...??!! - Uno de ellos estaba agonizando de dolor en el suelo y el otro desmayado con un hilillo de sangre que corría por su ceja.
Yo estaba con la boca abierta. ¿Qué acababa de pasar? Solo pestañee por un momento y ya había dos gorilas tirados como si fueran juguetes rotos.
¿Cómo has hecho...? - El líder tenía una mueca de susto y sorpresa.
¿Qué que he hecho? Oh nada...tan solo un golpe por aquí...otro por allá... - Al mismo tiempo que decía esto había cogido al tercer gorila por los brazos, los había echado hacía atrás y con un pie apoyado en su espalda tiraba como...¡Cómo si intentara arrancárselos!!!! El gorila gemía de dolor y yo no podía verlo más.
¡Basta! ¡Basta! ¡ Déjalo! ¡Es suficiente! - Casi no me salía la voz.
¡Oh venga ya! ¡Qué sosa eres! - Soltó al gorila que se largó corriendo. Sin dudarlo se aproximó hacía su próximo objetivo.
¿Qué eres? - Dijo el líder echando unos pasos hacía atrás.
¿Otra vez con eso? - Movió su cuello hacía los lados que dejaron escuchar un leve crack.
Está bien, tú ganas, nos vamos, ¡Nick! Deja a la chica en el suelo - Dicho y hecho, el gorila Nick dejó a Paula en el suelo y ambos se subieron a un coche.
Súbete al coche, rápido - Alberto cogió a Paula en brazos y se dirigió al coche.
No, no sin antes una explicación razonable de lo que acaba de pasar aquí, había muy pocas probabilidades de que pudieras contra ellos, sin embargo, has podido en cuestión de segundos y no me digas que es gracias al gimnasio porque no me lo creo - Estaba harta ya, la historia había dado un giro inesperado, con lo bien que yo estaba en la cama...
No hay tiempo, esto no se ha acabado - Había puesto a Paula en los asientos de detrás.
¿C-Cómo que no se ha terminado? ¿Qué quieres decir?
Digamos que si tenemos que evaluar a los gorilas serían de clase F, ahora tenemos problemas que podrían llegar a C y B. Así que si me haces el favor y subes al coche es posible que aun podamos salir vivos - Me abrió la puerta del copiloto con una sonrisa de vendedor.
¡¿Q-Qué...?! - No me dio tiempo a terminar la frase, dos todotorrenos aparecieron armando bastante estrépito. Alberto me empujó agarrándome por la cadera y me metió en el coche, al segundo ya estaba poniéndolo en marcha.
Agárrate fuerte - Me miró con picardía y apretó el acelerador.
¿Quienes son? ¿Qué quieren? y ¿Por qué nos persiguen? - Estaba agarrada al cinturón y mirando a Paula aterrorizada, sin embargo, ella parecía estar muy relajada soñando vete tu a saber qué.
Relaaajate, anda escucha un poco de música - Encendió la radio y se empezó a escuchar a Bruno Mars con su "¡Run run runaway, runaway baby!" ¿En serio? ¿Música en un momento como este y además esa canción? Sin duda esto se me había ido completamente de las manos.
De repente me vi cegada por una luz arroyadora, un tercer todoterreno se dirigía hacía nosotros a gran velocidad, miré a Alberto asustada. 
Él me cogió la mano y me dijo: ¿Confías en mi? Y nuestras miradas se encontraron por segunda vez. ¿Confiaba en él? Algo en mi interior me decía que si, la palabra salió sola: Si.

By Me

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